Músculo PC
En algunas mujeres, la respuesta sexual durante el coito esta deteriorada por una entrada vaginal ancha y floja. En otros términos, los músculos dentro del cuerpo de la mujer que rodean la vagina están en una pobre condición y no permiten bastante fricción entre el pene y las paredes vaginales. En realidad, ninguno de los dos parejos puede sentir si la inserción del pene ha tomado lugar o no. El músculo principal que necesita ser fortalecido en este caso es llamado el músculo de pubococcigeo o PC para abreviar. Se puede describir como el esfínter maestro del área pelviana, y corre del hueso púbico en el frente al cóccix, o final de la espina dorsal, en la parte posterior. Un examen sexologico antes de la terapia habrá determinado ya la firmeza y respuesta de este músculo (vea " Examen sexológico- En mujeres: El procedimiento “).
Este músculo, el pubo-coccígeo, se ubica alrededor de la vagina y permite una contracción de la vagina sobre el cuerpo del hombre que causa una excitación ideal.
En realidad, este músculo está tanto en el hombre como en la mujer. Arranca en el hueso púbico y se extiende hasta el coxis, rodeando la vagina. Cuando una persona lo contrae, se reduce la circulación sanguínea en la zona hasta que se relaja.
Luego se produce un incremento del flujo sanguíneo hacia la zona genital, lo cual prolonga la erección en el hombre, y mejora la lubricación en la mujer. Quienes manejan bien este movimiento, pueden disfrutar de una sensación distinta y plena y llegar a un punto superior de excitación.
Quien descubrió este ejercicio sexual, fue Arnold Kegel, durante una investigación realizada en la década del ´40 y por eso se llaman ejercicios de Kegel. Estaban destinados originalmente a las mujeres con débil control de la vejiga o incontinencia, pero luego comenzó a usarse con otros fines.
Para las mujeres, el ejercicio consistía en contraer y relajar este músculo, pensando en controlar ciertos movimientos de las paredes de la vagina. Variando la presión e intensidad, en sesiones de 100 veces diarias.
Esta gimnasia sexual, puede realizarse junto a su pareja, efectuando los mismos movimientos y tratando de prolongarlos cada vez más, y con el correr del tiempo agregándoles intensidad en diferentes ámbitos sexuales. Se puede llevar a cabo en duchas, ascensores, y en cualquier lugar que provoque algo se excitación o curiosidad.
Otro elemento que se puede sumar para ejercitar el músculo sexual descubierto por Kegel son los juguetes eróticos que muchas personas utilizan para despertar ciertas fantasías ocultas. La mujer puede “intentar” apretar un pene artificial con su vagina, forzando lo más posible (lo necesario) y haciendo trabajar al músculo.
Y aunque muchas mujeres tienen ciertas inhibiciones ante la utilización de juguetes, esta es una forma normal de autosatisfacción y válida como ejercitación, siempre y cuando no se introduzcan elementos demasiado voluminosos que puedan causar en la mujer un estrés o daños en los músculos.
Terapia Sexual
Problemas Sexuales en La Mujer
VAGINISMO
1. QUÉ ES EL VAGINISMO
Comúnmente se conoce como “Vaginismo” el trastorno sexual femenino consistente en la imposibilidad de realizar el coito o penetración vaginal. Las mujeres que lo sufren manifiestan un dolor intenso en la entrada vaginal cuando intentan el coito y esto las desanima a continuar. Si se repite en varias ocasiones, se llega a evitar directamente el intento de coito durante las relaciones sexuales.
El vaginismo, propiamente dicho, consiste en la contracción o espasmo de la musculatura que rodea la vagina de la mujer. Esto de produce de modo reflejo y, por tanto, sin el control voluntario de la mujer que sólo siente dolor si se intenta el coito.
Algo que puede confundir todavía más a muchas mujeres que sufren de vaginismo, así como a sus parejas, es la facilidad de excitación y orgasmo en la mujer incluso en su sexualidad individual y en pareja, así como una actitud, por lo general, desinhibida y abierta hacia el sexo y el placer, en muchas ocasiones.
El vaginismo, en la inmensa mayoría de las ocasiones, sucede desde el primer intento de coito, es decir, que la mujer nunca ha logrado realizar la penetración vaginal. Por lo común, se produce un vaginismo propiamente dicho tras un periodo de fracasos reiterativos. Generalmente suelen renunciar a las relaciones coitales hasta que aparece el deseo de un embarazo.
Si una mujer ha podido disfrutar de una sexualidad placentera donde sí ha podido realizar el coito y es entonces cuando aparece este problema, suele deberse a circunstancias de origen traumático y doloroso (agresiones de tipo sexual en muchos casos), o como consecuencia de una intervención médico-quirúrgica también agresiva en la zona pélvico.-genital
2. CAUSAS DEL VAGINISMO
Podemos dividirlas en dos grupos: Físicas y Psíquicas. Las causas de tipo físico son las menos comunes y pueden tener relación con cualquier patología de los órganos pélvicos que, en el momento presente, haga dolorosa la penetración o que causara dolor en épocas pasadas, motivo por la cual se constituye como la base para que se establezca una respuesta de vaginismo en el momento presente.
Es evidente que cuando existe una patología local que causa dolor en el acto sexual, su curación es requisito esencial en el tratamiento del vaginismo, dado que mientras el coito sea doloroso el reflejo aprendido persistirá y además se verá reforzado por los frecuentes intentos de penetración.
Es importante tener en cuenta que, muchas veces, cuando la patología es tratada médicamente en forma adecuada el vaginismo desaparece, pero cuando persiste debe derivarse al sexoterapeuta.
Casi en el cien por cien de las ocasiones, el vaginismo está causado por factores de tipo psicológico, que fundamentalmente tienen que ver con un mal aprendizaje debido a circunstancias diversas que se pueden ir sumando entre sí hasta provocar esta respuesta de defensa sexual en la mujer: una educación puritana estricta, una mala socialización del control de esfínteres, a problemas sexuales del compañero, a los efectos de una violación (entendiendo por tal la percepción de la experiencia, es decir, que algunas mujeres pueden vivir su primera experiencia sexual como una violación), a falta de información sexual y la existencia de mitos y creencias erróneas acerca de la primera experiencia sexual de coito, de lo cual puede derivarse el temor al dolor,.
Hemos visto que hay un gran número de causas remotas pero la causa inmediata específica del vaginismo es siempre la respuesta aprendida de defensa o evitación del coito producida por experiencias dolorosas previas al intentar realizarlo.
Los casos pueden ser muy diferentes entre sí, pero el más frecuente de ellos, es el de la pareja donde el hombre presenta dificultades de la erección producida a su vez por el miedo a dañar a su compañera o por la ansiedad por penetrar, que lo induce a la aparición de su propia dificultad en la sexualidad.
3. TRATAMIENTO DEL VAGINISMO
El tratamiento consiste en una serie de técnicas y sugerencias que ayuden a la mujer a comprender mejor el funcionamiento de su cuerpo y de su sexualidad encaminadas a la superación de este trastorno. Es fundamental que la mujer cuente con información exhaustiva que la desangustie y la anime a una tarea de reconocimiento corporal de su propia genitalidad, como punto de partida para solucionar su vaginismo.
Tras una primera fase donde la mujer se tranquiliza y se anima a una autoexploración, es importante indicarle que se tome el tiempo necesario para una primera inspección visual en su propia intimidad, para pasar a la introducción de un dedo, primero como exploración, luego como caricia, después con placer. Para esta fase puede emplearse, si fuera necesario, vaselina neutra o un lubricante hidrodoluble.
Es importante que también la pareja participe de este proceso para compartir loa avances y los logros conseguidos, tanto físicos como mejorando la confianza y tranquilidad mutua al ir explorando la zona genital.
Al comprobar los avances y la posibilidad de introducir uno o dos dedos, la mujer sentirá que es el momento para intentar la penetración. En este momento es fundamental la atención de un especialista experimentado que indique la manera y la actitud correctas para lograrlo con éxito.
EJERCICIOS DE KEGEL
Estos ejercicios están proyectados para fortalecer y conseguir el control voluntario del músculo pubo-coccígeo. Este músculo (o, mas bien, grupo muscular) sirve de soporte a los genitales, tanto en el hombre como en la mujer. Hay una correlación positiva entre el buen tono del músculo P.C. y la intensidad del placer genital.
Estos ejercicios ayudan a:
- Incrementar tu conciencia de las sensaciones en el area genital
- Incrementar la circulación sanguínea en al area genital
- Ayudar a tu respuesta sexual genital
- Ayudar al restablecimiento del tono muscular tras el parto
- Incrementar tu control sobre el orgasmo y sobre la eyaculación, en los hombres.
Para ejercitar este músculo, lo primero es localizarlo, poder distinguir cual es, para poder enfocar tu atención en él. Una de las funciones del músculo que ahora estás buscando es controlar el flujo de la orina.
Es el mismo que contraes para cortar este flujo. Por tanto, para localizar tu músculo pubo-coccígeo haz lo siguiente: cuando necesites orinar, ve al baño y empieza a orinar. Aprieta e intenta interrumpir el chorro. No te preocupes si no lo consigues, sigue intentándolo y lo lograrás. Hazlo con las piernas separadas para que no interfieran otros músculos. (Los hombres pueden hacerlo de pie).
Es tu músculo pubo-coccígeo el que se contrae para interrumpir el chorro y el que relajas para volver a dejar salir la orina. Cuando puedas cortar y dejar fluir el chorro de orina a voluntad, comienza con los ejercicios que vienen a continuación.
1. Ejercicios lentos de Kegel
Apretar el músculo PC y retenerlo, igual que lo hacias para detener la orina, contando hasta tres. Después relajar al músculo.
2. Ejercicios rápidos de Kegel
Apretar y relajar el músculo tan rápido como se pueda. Al principio puede haber cierta confusión, pero gradualmente irás ganando más control.
3. Aspirar-Empujar
Tirar hacia arriba de toda el area pélvica como si trataras de retener agua dentro de tus genitales. Después empuja hacia afuera, como si intentaras expulsar el agua imaginaria hacia el exterior. Este ejercicio movilizará además del músculo PC cierto número de músculos estomacales o abdominales.
Repeticiones
Al principio hacer 10 veces seguidas estos ejercicios, 3 veces al día (3 ejercicios x 10 veces x 3 veces al día = 90 ejercicios en total para empezar). Cada semana añadir 5 veces más a cada ejercicio.
ejemplo: 2ª semana: 3 tipos x 15 veces x 3 veces por día
Haz los tres tipos de ejercicios cada día.
Te puede ayudar a recordar el hacer los ejercicios el asociarlos con alguna actividad que realices todos los días: hablar por teléfono, ver la tele, esperar una cola (autobus,etc.) o tumbarte en la cama. Piensa en actividades que no requieran mucho movimiento alrededor.
No te preocupes si tus músculos se cansan fácilmente al principio. Esto es normal siempre que se ejercita cualquier grupo de músculos. Descansa entre los diferentes tipos de ejercicios durante unos segundos y después ponte de nuevo a ello. Mantén una respiración normal.
Las mujeres pueden colocar uno o dos dedos en su vagina y los hombres un dedo a cada lado de la base del pene, para sentir el movimiento y la fuerza del músculo. Puedes también observar el movimiento mirando tus genitales en un espejo de mano. Haciendo estas cosas aprenderás los ejercicios de Kegel más rápidamente.
http://www.informacionsexual.com/terapia/vaginismo.htmhttp://www.enplenitud.com/nota.asp?articuloID=1686
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